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Comentario sobre el material del Libro V
Jim: Las dificultades para recuperar la energía física que experimentó Carla como consecuencia de las dos experiencias con LSD siguieron acortando las sesiones y manteniendo su estado un poco frágil. Volvimos a ver no sólo los poderosos efectos de este agente químico—que no recomendamos a nadie—sino los efectos aún más poderosos de las decisiones imprudentes tomadas por quienes desean, por encima de todo, servir a otros. A medida que el tiempo y la experiencia con el Contacto de Ra se fueron acumulando, nos hicimos cada vez más conscientes de que el honor de proporcionar este tipo de servicio traía consigo la necesidad de tanta responsabilidad como la de proporcionar el servicio con tanta pureza y armonía como uno fuera capaz de producir en cada faceta de la experiencia vital. Lo que se aprendía debía ponerse en práctica en la vida diaria, o surgirían dificultades en el patrón de vida, que eran los medios por los que la mente subconsciente proporcionaba la oportunidad de recuperar el equilibrio y la armonía que se habían perdido. Estas dificultades también podían ser intensificadas por los cruzados de Orión en forma de saludos psíquicos diseñados para detener el contacto con Ra.
También descubrimos que cada persona que encarna trae consigo ciertas vías, preferencias o formas de nutrir su ser interior. Este ser interior es el verdadero facilitador y ennoblecedor de nuestra vida diaria. Cuando preguntábamos a Ra cuál era la mejor forma de ayudar al instrumento, a menudo recibíamos sugerencias más específicas según la situación, pero siempre se nos recordaban esas cualidades que eran las formas que tenía Carla de nutrir su ser interior.
Carla: Los datos del contacto de Ra indican que nunca he tenido mucha energía física real, lo cual encaja con mi propio sentido personal y subjetivo de mí misma como alguien que funciona con energía espiritual y mental, y como alguien físicamente perezosa. Lo llamo pereza porque me cuesta mucho obligarme a hacer trabajo físico, a menos que sea caminar y deambular, bailar o nadar, actividades rítmicas que me encantan. Incluso de pequeña era capaz de sentarme a leer o a imaginar durante horas. Así que las sesiones que hacíamos agotaban completamente mi energía física innata real con bastante rapidez. Hasta el día de hoy, creo que desde entonces siempre he salido adelante a fuerza de nervio y del simple gozo de estar viva, del que dispongo en abundancia.
Don y Jim eran personas muy rectas, de marcada integridad y carácter, lo que ayudó enormemente, ya que el proceso de saludo psíquico sólo podía trabajar sobre nuestras distorsiones inherentes. Se querían y se trataban con gran respeto, e hicieron todo lo posible por cuidar de mí. Fueron maravillosos asegurándose de que todo se hiciera lo mejor posible para que me sintiera más cómoda. Yo también tenía la ventaja de haber sido un alma recta toda mi vida. Así que la energía negativa sólo podía intensificar mis muchos «problemas» físicos. Así, las sesiones eran extremadamente agotadoras, pero a pesar de ello me glorificaba en ellas, pues ver el placer de Don en las conversaciones con Ra era para mí un pago más que suficiente. No me importaba ni me importa la fuerza vital si al darla puedo ver a otro vivir más plenamente.
Debo señalar que veo la pureza de la que Ra habla en mí no como una virtud brillante, ni como un logro personal, sino más bien como un don de la naturaleza. No puedo recordar un momento en el que no estuviera completamente involucrada en la pasión de mi vida: la vida misma. Me veía a mí misma como hija de Dios, y quería que mi vida fuera un regalo para esa deidad. Me atraía la virtud como a otros el juego o las drogas. Esta condición inexplicable aún prevalece: mis esperanzas para esta vida siguen siendo simplemente la entrega de todo lo que tengo al Creador. Lo que esta pureza no es, es el celibato o el retiro de los trabajos del mundo. Siempre he seguido mis relaciones y he basado mi vida en torno a ellas, he confiado en mi pasión y he tenido un lado terrenal, incluso vulgar. Sencillamente, la vida me parece una maravilla y una alegría, y todas las limitaciones, el desorden, la pérdida y el dolor de este mundo no me han hecho cambiar de opinión al respecto.
(Las preguntas y respuestas publicadas por primera vez en el Libro V se muestran con este color de fondo.)
39.13 Interrogador: Sólo necesito saber si hay algo que podamos hacer para que el instrumento esté más cómodo o para mejorar al contacto.
Ra: Soy Ra. Son muy concienzudos. Todo va bien. Los dejo, amigos míos, en el amor y en la luz del Creador Único Infinito. Vayan, pues, regocijándose en el poder y en la paz del Creador Único. Adonai.
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